sábado, 11 de septiembre de 2010

Música clásica para iniciarse

Siguiendo con el planteamiento de la última entrada, voy a escribir una serie de recomendaciones musicales para aquellos que deseen introducirse en el mundo de la música clásica. Porque no es lo mismo escuchar la elegancia y claridad de una sinfonía de Mozart que atreverse con las complejas y densas estructuras de una sinfonía de Mahler.

Empecemos por el Barroco: me resulta algo difícil recomendar porque este estilo es muy recargado y no siempre de fácil comprensión para el neófilo, creo yo. Aún recuerdo cuando sugerí a alguien los conciertos de Brandenburgo y me contestó “... el nino-nino-ní del Bach ése es más rollo que un fichero ídem (¿?)”.


Chistes aparte, si hay una obra del Barroco de obligada audición y muy fácil de entender son los cuatro conciertos para violín de Vivaldi, más conocidos como las Cuatro Estaciones. Música barroca pero que habla por sí sola y que todos hemos escuchado alguna vez (al menos, el concierto de la primavera).

Del “Genio de Genios”, Johann Sebastian Bach, recomiendo el “Magnificat”, fantástica obra coral, espectacular y muy fácil de entender, con el aliciente de no contar con los tediosos recitativos, tan típicos de oratorios y Pasiones. Si encontráis la versión de John Elliot Gardiner dirigiendo los Solistas Barrocos Ingleses y el Coro de Monteverdi, mejor que mejor.


Otras obras barrocas de menor envergadura: el Canon de Pachelbel o el Adagio de Albinoni.


Quizás el Clasicismo es ideal para iniciarse, no en vano vivieron durante esta época los mayores genios musicales de la Historia: Haydn, Mozart y Beethoven.


Haydn es el fundador del Clasicismo, padre de la sinfonía y del cuarteto de cuerda. Cualquiera de sus sinfonías “londinenses”, las últimas que compuso, puede ser buena pero yo recomiendo la Sinfonía nº 101 “el Reloj”: cuando escuchéis el segundo movimiento entenderéis el por qué del nombre.


De Mozart... bueno, hay tanta música recomendable que se hace difícil elegir una. De nuevo sus Sinfonías como la 25 o la 40 son geniales (¿quién no ha escuchado el dramático allegro inicial de la 40?), aunque mis favoritas son la 36 “Linz” y la 41 “Júpiter”. Pero si hay una obra de obligada audición es “Eine Kleine Natchmusik”, o sea, la Pequeña Serenata Nocturna. Imprescindible.

Beethoven... cualquier sinfonía vale la pena escucharla, pero para empezar recomiendo la Sexta “Pastoral”, y la Quinta, con su espectacular final y que comienza con las cuatro notas más famosas de la historia de la música. No hace falta decir más...


También recomiendo de Beethoven alguna obertura como “Egmond” o “Fidelio”, alguna de sus sonatas para piano como las muy conocidas “Claro de Luna” o “Para Elisa”.


Romanticismo. De Schubert recomiendo el “Ave Maria” y la Sinfonía nº 8 “Inacabada” (sólo tiene completos los dos primeros movimientos. Schubert la abandonó con el tercero a medio componer).

Si os gusta el piano, Chopin es una elección perfecta (recomiendo los “Nocturnos”). De Mendelssohn recomiendo la Sinfonía nº 4 “Italiana”, de gran belleza melódica, y de Liszt, la Rapsodia Húngara nº 2.


¡Mucho cuidado con Wagner! Su nombre es muy atractivo pero atreverse con sus larguísimas óperas os puede hacer aborrecer el género. Aún así, la audición de algunos fragmentos instrumentales puede ser una experiencia inolvidable. Recomiendo las oberturas de “los Maestros Cantores de Nurenberg”; Preludios de los actos 1º y 3º de “Lohengrin”; “el Funeral de Sígfrido”, de la ópera “el Ocaso de los Dioses”; y sobre todo, la obertura de “Tannhauser” y la famosa “Cavalgada de las Walkirias” de la ópera “la Walkiria”.

De Brahms os recomiendo la “Danza Húngara nº 5”, que Charlie Chaplin/Charlot tan bien caricaturizó en la película “el Gran Dictador”, y la Obertura para un Festival Académico, que incluye una cita del conocido “Glaudeamus Igitur”.


Si hay una sinfonía de obligada audición y que (por desgracia) ha sido utilizada tanta y tantas veces en el mundo de la publicidad, ésta es, sin duda, la Sinfonía nº 9 “Del Nuevo Mundo” de Dvorak. Cuando escuchéis el 2º movimiento (Largo) seguro que os viene a la cabeza aquel anuncio del perrito Pippin haciendo la maleta y abandonando tristemente el hogar... Por cierto, si la compráis, mirad si en el CD viene además el poema sinfónico “el rio Moldava” de Smetana. Es una verdadera maravilla. Lo encontraréis en las versiones de la Filarmónica de Berlín dirigiras por Ferenc Fricsay (mi favorita) o en la versión de Karajan con la misma orquesta.


No olvidemos tampoco los numerosos valses de Johann Strauss hijo.

La ópera italiana tiene arias preciosas: el “largo al factotum” y la obertura del “el Barbero de Sevilla” (Rossini), el coro de Nabuco (Verdi) o el aria “Nessum Dorma” (Puccini).


Tchaikovsky merece la atención también por sus sinfonías, pero os recomiendo mejor la suite del ballet “Cascanueces” y la espectacular Obertura 1812 que conmemora la derrota de la Grande Armée de Napoleón ante los rusos.

Del siglo XX no diré nada, pues es un terreno que conozco muy poco. Pero acabaré esta larga lista haciendo alusión a la música española: ¿quién no ha oído hablar del Concierto de Aranjuez, de Rodrigo? ¿O bien de “el Amor Brujo” y “el Sombrero de Tres Picos” de Falla? Y por último, aunque Bizet no era español, sí compuso la ópera “Carmen” de marcados aires hispanos. Escuchad las Suites nº 1 y 2 de esta ópera, que incluye la famosa “marcha del toreador”.


Así que ¡hale!, ya tenéis una selección para comenzar y, a mi criterio, muy asequible. Si creéis que son muchas, empezad por las que he marcado en negrita. Y hay muchas más piezas pero ahora mismo, ya sea por ignorancia o porque a la hora de escribir no he caído, pues no las recuerdo. ¿Alguna sugerencia?

4 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Ostraass... Como alguien dijo un día, ¿pretendes que me lea todo eso?

El resto de cosas, de verdad, Fran, el resto de cosas me las leo (es la extensión, más que ná) (la extensión y la temática... Es que a mí, la clásica,... una pieza vale).

podi-.

Fran dijo...

Bueno, es que el otro día alguien comentó en el coche algo sobre música para iniciarse y por eso escribí esta parrafada. Que tampoco es tan larga si la comparamos con otras parrafadas anteriores.

(menos mal que no dije nada de Mahler o de Bruckner, porque la digestión habría sido pesada).

Ricard Tortosa dijo...

Pues a mi personalmente el barroco me resulta de eschucha bastante fácil y me considero un principiante en el infinito mundo de la clásica.Justamente me gusta este periodo porqué al ser recargado da como resultado una música majestuosa y elegante. O sea, que a mi el nino-nino-ní de Bach me parece genial y especialmente el nino-nino de las suites orquestales Nos 1-4, por citar algo.