sábado, 4 de junio de 2011

Gustav Mahler y la OBC en directo

Si alguien piensa todavía que en Barcelona no tenemos orquestas clásicas de calidad, que se lo piense bien antes de decirlo y, consecuentemente, meter la pata.

Ayer tuve la oportunidad de asistir a una audición de la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) junto con el Cor Madrigal y el Cor Vivaldi – Petits Cantors de Catalunya, audición que me salió por la patilla ya que al hacerte amigo de l'Auditori, me dieron la posibilidad de asistir gratis a un concierto. ¡Y menudo concierto! Ni más ni menos que la Tercera Sinfonía de Gustav Mahler.


No soy un gran entendido en clásica ni mucho menos quién para hacer una crítica, pero hace un mes compré la integral de las sinfonías de Mahler interpretadas por Sir Simon Rattle y la City of Birmingan Orchestra, es decir, un director de primer orden. Esto me sirvió para “preparar” la Tercera Sinfonía, pues insisto que la música de Mahler no entra a la primera, y más esta ciclópea sinfonía que dura entre 90-100 minutos...


Quedé muy sorprendido por el alto nivel de la OBC: no desmerece en nada con la versión que tengo de Rattle y los aproximadamente 120 músicos que tocaron (sin contar vocalistas) lo hicieron a un gran nivel, así como la mezzosoprano Christianne Stotijn. Quizás noté al coro infantil y al coro femenino algo flojos de decibelios pero es posible que me equivoque ya que no es lo mismo escuchar una muy buena grabación que un directo. No me extraña que algunos directores como Sergiu Celibidache fuesen reacios a grabar sus actuaciones.


Es una verdadera gozada escuchar a una gran orquesta sinfónica con coro y Mahler se presta a ello. Su música es increíblemente cromática y en los tutti se alcanza una potencia de sonido que haría palidecer a cualquier grupo heavy (perdón por la odiosa comparación). Aquí no hay electrónica ni nada. No hay trampas. Sólo música en estado puro.


Sólo dos “peros”: el de cierto oyente despistado y su maldito móvil al principio del concierto, y una señora que calzaba zapatos de tacón y se marchó en un momento en que la orquesta tocaba pianíssimo. Mahler no incluyó en su partitura un solo de zapateado de tacón.


Este concierto se repetirá este sábado y el domingo. Si podéis, id a escucharlo. Vale la pena escuchar a una gran orquesta aunque sólo sea una vez.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo "coincidí" contigo antes de que entrases a la sala...

podi-.
www.podi-podi.blogspot.com